El desarrollo histórico reciente del sector bisutero viene caracterizado por el paso de unos procesos básicamente artesanales a la especialización industrial propia de la incorporación de las nuevas tecnologías a sus procesos productivos. Como consecuencia de dicha evolución, tuvo lugar en 1.979 la constitución del Instituto Tecnológico de la Bisutería (ITEB), entidad privada sin ánimo de lucro, a través de la cual las empresas bisuteras pretendieron dotarse de un instrumento válido para dar respuesta a las necesidades que, en materia de innovación tecnológica, tenían planteadas.

En el contexto de un tejido industrial integrado esencialmente por pequeñas y medianas empresas, la creación del ITEB respondió a la necesidad de suplir las carencias de las industrias del sector que, por su naturaleza, no podían en muchos casos acceder a las modernas tecnologías ni dotarse de los elementos derivados de su incorporación, entre los que cabe destacar la necesaria formación de los especialistas en activo.